El cambio proviene del poder; el poder viene de los números
Declaración de la ICM sobre el Día Internacional del Trabajador 2021
Al tiempo que el movimiento sindical mundial celebra el 132 aniversario del Día Internacional del Trabajador, la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM) marca esta ocasión histórica al presentar las tareas urgentes e importantes de los trabajadores y sus sindicatos en medio de un mundo al borde del precipicio, causado por una crisis global de proporciones épicas.
Los trabajadores del mundo se enfrentan a una doble amenaza existencial. Por un lado, la pandemia de COVID-19, que ya ha matado a casi 3,2 millones de trabajadores y destruido 250 millones de puestos de trabajo y sigue devastando muchas partes del mundo a pesar del despliegue masivo de vacunas. Por otro lado, el auge del autoritarismo global ha apagado las luces de la democracia en muchos países y amenaza con borrar casi 200 años de derechos sindicales y reformas reñidos.
Las dos crisis se refuerzan mutuamente. La pandemia, aunque incomparable en muchos sentidos, logró no solo matar a muchos, sino también permanecer tanto tiempo a pesar de nuestros avances en salud y ciencia. Esto se debe en parte a líderes ineptos y autoritarios que vieron en el COVID-19 la excusa y/o oportunidad perfecta para fortalecer su control y poder, así como para hacer cumplir medidas draconianas en sus países.
Todos somos testigos y víctimas de estos cataclismos que se refuerzan mutuamente. En Hong Kong, Filipinas, Brasil, Bielorrusia, Myanmar y partes de África, tiranos de diversos matices y colores atacaron los derechos humanos y laborales; arrestaron, detuvieron e incluso asesinaron a líderes sindicales (hombres y mujeres), opositores políticos y defensores de la democracia. En India, las imágenes desgarradoras de piras surgidas de la incineración masiva de personas que murieron a causa del COVID-19 en el país son un recordatorio no solo de la letalidad de la pandemia, sino también de la enorme desigualdad en el acceso a las vacunas y la atención médica en general entre naciones desarrolladas y en vías de desarrollo. Esta realidad refuerza la profunda incompetencia y crueldad de los gobiernos autoritarios populistas.
La ICM hace eco de la demanda de un “nuevo contrato social” en el que los trabajadores, la creación de empleo y el medio ambiente estén al frente y al centro de un programa global e inclusivo de recuperación y resiliencia. Sin embargo, esto solo es posible si los sindicatos de todo el mundo se embarcan en esfuerzos organizativos nuevos, audaces e innovadores que consoliden nuestras filas, recuperen nuestra membresía y lleguen a los trabajadores desorganizados. Aun cuando la pandemia ha impuesto severas limitaciones a las formas convencionales de organización sindical, también nos ha enseñado a utilizar y maximizar los nuevos espacios y tecnologías democráticos, particularmente aquellos disponibles en línea, para acercarnos unos a otros y desarrollar nuevos métodos para promover una mayor unidad, solidaridad y democracia. Las luchas de los trabajadores en muchos países, que combinaron eficazmente el activismo digital y las movilizaciones masivas, son fuentes continuas de inspiración y lecciones para muchos de nosotros.
Al conmemorar el 1° de Mayo de este año, recordemos el poder de la organización. "El poder no concede nada sin una demanda". Y no se da una demanda sin luchar. Solo mediante la organización pueden los sindicatos y los trabajadores contraatacar y construir su poder y fuerza para neutralizar la doble amenaza del COVID-19 y el autoritarismo global. Solo organizándonos podemos construir un futuro mejor. El cambio proviene del poder y el poder proviene de los números.