El trabajo no remunerado de las mujeres alimenta la desigualdad de género

 
 
La Presidenta del Comité Regional de Mujeres de la ICM para África y Oriente Medio, Elizabeth Amuto habla sobre cómo las prácticas sociales discriminatorias han aumentado el trabajo no remunerado de las trabajadoras y la desigualdad de género. Mencionó también que el trabajo de cuidado no remunerado ha sido reconocido durante mucho tiempo como un factor de desigualdad con vínculos directos con el salario, la discriminación y factores estresantes de salud física y mental.

Amuto, quien también es de UBCCECAWU de Uganda, indica que ahora más que nunca, las trabajadoras deben luchar por la igualdad de género. Esta lucha se traduce en trabajos decentes y salarios justos, acceso equitativo a la protección social y estándares de salud y seguridad sensibles al género en los lugares de trabajo.   


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Mi nombre es Elizabeth Amuto del sindicato de la construcción UBCCECAWU de Uganda. Soy la Presidenta del Comité Regional de Mujeres de la ICM para África y Oriente Medio.


Las mujeres trabajadoras de África y Oriente Medio se encuentran entre las más afectadas por la pandemia del COVID-19. Las normas sociales discriminatorias han aumentado la carga de trabajo no remunerado, especialmente en los sectores de la ICM y a aquellas mujeres que viven en pobreza o en lugares rurales y aislados.


Las mujeres y las niñas enfrentan impactos desproporcionados de diversa índole en todo el mundo, con consecuencias de gran alcance que solo se amplifican aún más en contextos de fragilidad, conflicto y emergencias, donde los logros muy reñidos alcanzados por las mujeres en ell pasado se ven amenazados. La evidencia de epidemias pasadas en la región muestra que las adolescentes corren un riesgo particular de abandonar la escuela y no regresar incluso después de que la crisis haya terminado. El trabajo de cuidado no remunerado de las mujeres se ha reconocido desde hace mucho tiempo como un factor de desigualdad, con vínculos directos con la desigualdad salarial, ingresos más bajos y factores estresantes de salud física y mental.


Igualdad y un futuro mejor es lo que esperamos alcanzar para las mujeres, los jóvenes y los hombres en la construcción, silvicultura y todos los sectores de la ICM. Luchamos por la igualdad de derechos, la igualdad de salarios, la igualdad de protección social, condiciones de seguridad y salud ocupacional adecuadas y equitativas y sensibles al género, con el fin de mejorar nuestras condiciones de vida para un futuro mejor.


Al celebrar el Día Internacional de la Mujer hago un llamado a todos los afiliados de la ICM en África, Oriente Medio y en todo el mundo para que hagan presión y exijan a los empleadores y al gobierno de todos los países la construcción de un futuro mejor e igual para todos.


A todas las mujeres: ¡Nuestro género! ¡Nuestra fuerza!