ICM a OIT: Dejemos de tratar a los matones y forajidos como líderes legítimos
*Discurso del Secretario General de la ICM, Ambet Yuson, ante la Conferencia Internacional del Trabajo, 9 de junio de 2021
Es un gran honor para mí dirigirme a la 109ª Conferencia Internacional del Trabajo.
Durante más de un siglo, la OIT ha cumplido su misión de justicia social y protección de los derechos de los trabajadores. Sus valores, estándares y maquinaria de supervisión han convertido a la OIT en la brújula moral de nuestra comunidad global.
Myanmar, Filipinas y Bielorrusia han perdido el rumbo. Los trabajadores luchan por los derechos universales contra grandes adversidades. Necesitan y merecen nuestra solidaridad.
El progreso social logrado en Myanmar fue aniquilado de la noche a la mañana, cuando el régimen militar despótico le robó el país a su gente. Los sindicalistas siguen siendo aterrorizados y maltratados, pero resisten valientemente.
Los déspotas de Myanmar buscan despojar a los trabajadores de su dignidad humana y transformarlos en víctimas impotentes.
La junta militar de Myanmar fomenta el miedo y ataca e intimida a sus ciudadanos. Utiliza las mismas tácticas de intimidación en el extranjero.
Ha llegado el momento de dejar de tratar a los matones y forajidos como si fueran líderes legítimos. Nunca se les debe reconocer en esta Conferencia o en cualquier otro encuentro internacional donde se atrevan a dar la cara.
En la CIT de 2019, lloramos al organizador sindical Dennis Sequena en Filipinas. Recientemente, al menos seis dirigentes sindicales han sido masacrados. El etiquetado rojo se ha disparado. Las violaciones a los derechos fundamentales de los trabajadores son habituales.
Por su parte, el gobierno filipino desempeña un papel principal en la violencia, amenazas, propagación del odio y la división social.
Esta conducta escandalosa e indignante se ha convertido en un procedimiento operativo estándar.
El gobierno de Bielorrusia ha ignorado las recomendaciones de la Comisión de Encuesta de la OIT durante muchos años. La OIT y otras normas de derechos humanos han sido tratadas con desprecio.
Aún peor es la negativa a aceptar la voluntad del pueblo. En lugar de tener la oportunidad de dialogar, los manifestantes ahora están abandonando las calles debido a que son llevados a la cárcel o al exilio. El gobernante de Bielorrusia no ha hecho nada más que aferrarse al poder, a cualquier precio.
¿Seguimos deseando que los trabajadores y todas las personas vivan sus vidas con libertad y dignidad?
¿Se continuará permitiendo a los gobiernos que sigan secuestrando a su gente y violentando los estándares de la comunidad global con pocas o ninguna consecuencia?
La respuesta a esa pregunta ayudará a predecir nuestro futuro colectivo.
Mire el discurso de Ambetaquí. También puede solo escuchar el audio aquí.