ICM: ¡Invirtamos en cuidado!
La pandemia de COVID-19 no solo ha traído inmensos cambios a las vidas de los trabajadores en todo el mundo, sino que también reveló cómo los sistemas de salud y atención pública de muchos países no están lo suficientemente construidos y diseñados para responder a una crisis de salud global o de asegurar plena capacidad para atender las necesidades de atención médica del público.
La pandemia también ha evidenciado y exacerbado las debilidades y vulnerabilidades existentes en las economías de muchos países. Con la economía mundial en recesión, millones de trabajadores en todo el mundo han perdido sus trabajos. Aquellos que tienen la suerte de permanecer empleados están trabajando en condiciones precarias debido a la falta de servicios de salud y equipos de protección personal (EPP) adecuados para protegerse del COVID-19.
Sin embargo, los empleos y los salarios no fueron los únicos derechos que los trabajadores perdieron a causa de COVID-19. Cientos de trabajadores, muchos de ellos líderes en salud, mujeres, migrantes y trabajadores jóvenes, han perdido innecesariamente la vida en el desempeño de su trabajo. La creciente precariedad de su trabajo y la falta de acceso a servicios integrales de salud pública, como resultado de la inversión insuficiente y la privatización de los servicios de salud pública, han hecho que a muchos trabajadores les resulte extremadamente difícil superar la crisis.
Claramente, los trabajadores son grupos vulnerables al COVID-19. Por este motivo, solo la mejora y/o el fortalecimiento de los sistemas de atención y salud pública universales entre diferentes países puede ayudar a los trabajadores a hacer frente, con capacidad, a la actual crisis sanitaria mundial.
Por lo tanto, al celebrar el Día Mundial a favor del Cuidado el 29 de octubre, la ICM hace un llamado a todos los gobiernos para que inviertan en sistemas de atención y salud pública gratuitos, equitativos y de calidad. La ICM pide a los gobiernos que levanten todas las barreras y obstáculos impuestos a los trabajadores para que accedan a los servicios de salud y atención y garanticen un nivel de vida decente y equitativo para todos.
El llamado de la ICM se basa en los siguientes principios:
UNIVERSAL – Garantizar sistemas de protección social universales e iguales para todos, incluidos los grupos más vulnerables, como grupos étnicos, migrantes, refugiados, personas mayores y personas en condición de discapacidad. Todos los trabajadores deben disfrutar de la protección social independientemente de su raza, género, ciudadanía y situación laboral.
DE CALIDAD – Los servicios de atención y salud pública no solo deben ser universales, sino también de la más alta calidad. Esto se puede lograr invirtiendo fuerte y estratégicamente en servicios de atención y salud pública, incluida la salud mental, el cuidado infantil, la educación de primera infancia y el cuidado de los ancianos.
SEGURO – En medio de una pandemia, la salud y la seguridad de los obreros puede también garantizarse salvaguardando el derecho de los trabajadores de organizarse en sindicatos y de negociar colectivamente.
Aseguremos la salud y seguridad de los trabajadores. ¡Invirtamos en cuidado! ¡Invirtamos en el futuro!