ICM realiza misión en Turquía y fomenta mayor solidaridad y diálogo
Después de ser pospuesta el año pasado debido a la pandemia, la ICM finalmente llevó a cabo una misión de alto nivel en Ankara, Turquía, del 24 al 27 de mayo, con el fin de promover una mayor solidaridad y diálogo con los miembros del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Cemento, Cerámica y Vidrio (CIMSE-IS).
La misión estuvo compuesta por el Vicepresidente de la ICM, Dietmar Schäfers, Jean-Pascal François y Mathieu Dougoud de CGT Construcción-Francia, el Presidente de la Red Regional de Cemento de la ICM en África y Medio Oriente, Antoun Antoun, la Directora de Comunicación de la ICM, Geneviève Kalina y el Director de Política de Materiales de Construcción y Cemento de la ICM, Jasmin Redžepović.
El Secretario General de la ICM, Ambet Yuson, quien también formó parte de la misión, afirmó que es importante que la ICM visite Turquía y extienda su solidaridad con sus sindicatos afiliados y sus miembros. "Durante muchos años, los sindicatos turcos se han enfrentado a una situación política y económica difícil que ha tenido graves consecuencias para la sindicalización. Esto empeoró con la pandemia", indicó Yuson.
En una mesa redonda con afiliados turcos de la ICM, quedó claro que el país ha sufrido una mala gestión económica incluso antes de la pandemia. Desde la segunda quincena de noviembre de 2021, la crisis monetaria se ha agravado considerablemente, elevando el costo de vida y la tasa de inflación del país. Esto ha afectado mucho a la industria de la construcción, pues la tasa de desempleo aumentó debido a la disminución en el número de proyectos de infraestructura.
Los afiliados informaron que aquellos que intentaron protestar por la recesión económica de Turquía y la pobreza alarmante han sido acosados por el gobierno. Incluso la ley COVID-19 del país se usó contra los miembros del sindicato. A pesar de esto, las afiliadas de la ICM pudieron continuar con su trabajo de organización y de negociación colectiva para garantizar una amplia cobertura de medidas de salud y seguridad.
Prueba de ello es que, en enero de este año, CIMSE-IS aseguró un aumento salarial del 43 por ciento para los trabajadores y trabajadoras de 29 cementeras, entre ellas Bastas Cement (la francesa Vicat), Votorantim Cimentos y Çimentaş (brasileña), Akçansa (alemana Heidelberg) y la Limak turco, presente en todo el mundo.
Mientras tanto, YOL-IS continúa creando conciencia sobre el alto número de muertes de trabajadores y trabajadoras. También firmó una Declaración Conjunta de SST con la Asociación Turca de Empleadores del Sector de la Construcción. Con esta firma, tanto el sindicato como esta organización de empleadores reconocen la SST como un derecho fundamental.
Todos los afiliados también lograron organizar y negociar convenios colectivos durante el punto álgido de la pandemia. También continuaron realizando capacitaciones y eventos sociales para sindicalistas y sus familias.
"Aumentamos el número de nuestros afiliados, de 13.000 en 2010 a 28.000. Nos organizamos no solo por el bien de afiliar nuevos miembros, sino también por mejores condiciones de trabajo y de vida, salarios más justos, lugares de trabajo más seguros y una estructura sindical sólida para los trabajadores y trabajadoras. Valoramos mucho el trabajo de nuestros compañeros de trabajo", afirmó el Presidente de ÇIMSE-IS, Zekeriye Nazlım.
También se organizó un panel de discusión como parte de la misión de la ICM. Al deliberar sobre la sostenibilidad y los derechos de los trabajadores y trabajadoras en la industria del cemento, el evento contó con la presencia de la ICM, CIMSE-IS, el Secretario General y los Secretarios Generales de la Asociación de Empleadores de la Industria del Cemento (CEIS), los Empleadores de la Industria Turca del Suelo, Cerámica, Cemento y Vidrio, el Sindicato de Empleadores de la Industria de la Cerámica, Cemento y Vidrio y el Director de la Dirección General de Seguridad y Salud en el Trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
Se informó que, actualmente hay 11,200 personas laborando en la industria del cemento en el país, de los cuales 7,000 son trabajadores y trabajadoras de base. Hay 58 plantas de cemento integradas y 12 plantas de molienda en Turquía, la mayoría de las cuales son propiedad de empresas turcas que disfrutaron de un aumento de producción del 9,2 por ciento, incluso en el pico de COVID-19.
Sin embargo, en enero de este año, la producción de cemento disminuyó un 14,5 por ciento y las ventas nacionales cayeron un 22,2 por ciento. El único lado positivo fueron las exportaciones de cemento, que aumentaron un 13 por ciento. Tanto los sindicatos como los empleadores afirmaron que la industria cementera turca sintió rápidamente los efectos de la crisis de Ucrania, la cual triplicó el precio del cemento.
El Presidente de la Red Global de Materiales de Construcción y Cemento de la ICM, Pierre Cuppens, comentó que la industria cementera turca no puede caer en el olvido. "Es esencial para la economía de Turquía y fundamental para Europa y el resto del mundo. Es de suma importancia abordar el tema clave de la salud y la seguridad y garantizar puestos de trabajo seguros", afirmó.
Cuppens también afirmó que los sindicatos turcos deben analizar de cerca el tema del cambio climático, la descarbonización y la digitalización. "Es importante tener consultas sobre la política de cemento en este tema a nivel mundial", concluyó.
CIMSE-IS indicó que el país se comprometió a reducir sus emisiones de carbono en un 21 por ciento para 2030 y alcanzar emisiones netas de carbono cero para 2053. La estrategia energética de Turquía espera diversificar sus recursos, ya que el 74 por ciento de sus fuentes de energía dependen de importaciones. Como tal, el sindicato busca fomentar la producción de cementos con bajo contenido de clinker y materias primas alternativas para ayudar a comenzar a identificar las tasas de emisión de CO2 de las plantas de cemento.
La misión concluyó con el la ICM felicitando al liderazgo de ÇIMSE-IS por sus logros en la mejora de su organización sindical y la unidad entre sus afiliados. Se felicitó al sindicato también por la implementación de medidas de salud y seguridad y la firma de un convenio colectivo dentro de la industria del cemento.
La misión también fue bien recibida por los responsables de la Baştaş Çimento Baskent Cimento Sanayi ve Ticaret AS, planta cementera perteneciente a la multinacional francesa Vicat. La empresa valoró el esfuerzo de la misión por promover un clima de diálogo genuino sobre salud y seguridad, producción y relaciones constructivas con los sindicatos.