OCDE holandesa estudiará denuncia laboral contra la empresa matriz de IKEA
La Organización Holandesa para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) anunció hoy que los problemas laborales planteados por una coalición laboral internacional contra IKEA Holding BV, con sede en los Países Bajos, son: "materiales y están fundamentados en prima facie".
La OCDE holandesa publicó su Informe inicial al respecto, donde indicó que: "existe un vínculo entre las actividades de la empresa y las cuestiones planteadas por la instancia específica". La presentación fue realizada por la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM), la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM) y el Sindicato Sueco de Trabajadores de la Silvicultura, Madera y Gráficos (GS) en diciembre de 2020 sobre la base de las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales.
La ICM y sus afiliadas, IAM y GS-Facket, se sorprendieron con el anuncio de que IKEA cerraría su planta de producción estadounidense en Danville, Virginia y despediría a 300 trabajadores, el pasado 10 de julio de 2019. El anuncio se hizo sin negociaciones, discusiones o consultas previas con el IAM, sindicato que representa a los trabajadores.
Antes del cierre, el sindicato pudo negociar un acuerdo para amortiguar su posible impacto negativo en los trabajadores. Sin embargo, el cierre en sí ya era un trato hecho. Se dijo al sindicato y a sus afiliados que los costos de las materias primas eran demasiado altos, por lo que la producción se trasladaría a Europa.
No se consideraron posibles sitios alternativos en los EE.UU., dado que la empresa no estaba dispuesta a tener conversaciones. La coalición laboral cree que las discusiones apropiadas y oportunas con los sindicatos habrían permitido un examen de calidad de todos los factores y circunstancias relacionados con el cierre, incluidos los efectos sobre los trabajadores y trabajadoras. Las discusiones podrían haber llevado a que permanecieran puestos de trabajo en los EE.UU.
Los sindicatos firmaron un Acuerdo Marco Internacional (AMI) con IKEA en 2003. Posteriormente, se renegoció en 2013 y 2014, pero este último nunca se firmó. El AMI proporciona una estructura y un proceso para resolver conflictos, incluidos los arreglos para asumir la responsabilidad de los riesgos asociados a los derechos humanos o los impactos de sus operaciones, que están en línea con los requisitos de derechos humanos y directrices de debida diligencia. Sin embargo, Inter IKEA no reconoció la AMI, particularmente en los 18 meses entre julio de 2019 y la presentación del caso en diciembre de 2020. Las respuestas de Inter IKEA no resultaron significativas ni efectivas.
El Secretario General de la ICM, Ambet Yuson, expresó su satisfacción con la evaluación inicial de la OCDE y acogió con satisfacción su oferta de mediación.
"Con la decisión abrupta y unilateral de cerrar la planta de Danville, los trabajadores perdieron la voz”, dijo el Secretario General de la ICM, Ambet Yuson. "Es especialmente doloroso porque después de que IKEA abrió la planta en Danville, IAM y las afiliadas de la ICM lanzaron una campaña global de tres años para persuadir a IKEA a que permita que sus trabajadores elijan ser representados por el IAM. A pesar de que había habido un Convenio Colectivo de Trabajo (CCT), la gerencia ha optado por guardar silencio sobre el cierre y no informar a los trabajadores sino hasta el último minuto".
"Muchas empresas asumen que con la adopción de los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos, y los cambios correspondientes en las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales, no están infringiendo las leyes. Culpan a "otras entidades legales" o empresas distantes que simplemente les suministran. Sin embargo, su mantra de "no podemos ayudar a los trabajadores" ya no puede protegerlos de su verdadera responsabilidad", continuó Yuson. "Todos los días, en muchas regiones del mundo, nos enfrentamos a estructuras corporativas complejas que no son transparentes. Las empresas han implementado complicaciones adicionales en las cadenas de suministro globales y algunas han utilizado esquemas de manera bastante creativa, pero irresponsable, para evitar las relaciones laborales".
"La transparencia y la comunicación son los dos elementos más importantes que faltan en la relación de la coalición laboral internacional-IKEA", afirmó Robert Martinez Jr., Presidente de IAM International. "Debemos crear una cultura de comunicación honesta entre todas las partes y acordar que todos los trabajadores y trabajadoras deben estar representados sindicalimente, sin miedo ni intimidación. Esta es la razón exacta por la que la neutralidad no puede ser un tema tomado a la ligera, sino un acuerdo genuino que reconoce los derechos de la clase trabajadora. Nuestro sindicato y esta fuerte coalición están comprometidos a avanzar y encontrar soluciones a los desafíos sociales, económicos y ambientales que enfrenta IKEA y su dedicada fuerza laboral".
Por su parte, el Presidente de GS Per-Olof Sjoo, aseguró que esperan tener un diálogo serio con IKEA sobre cómo garantizar que todos los empleados de producción, a nivel mundial, disfruten de buenas condiciones laborales.
"Queremos firmar un Acuerdo Marco Internacional (AMI) con IKEA para aclarar cómo los diferentes cambios en la producción pueden ser resueltos colectivamente por ambas partes, de la misma manera que muchas otras empresas multinacionales suecas ya lo han hecho. Un AMI también fortalece nuestro compromiso contra el trabajo infantil y esclavo. Además de garantizar las condiciones laborales razonables y decentes de la clase trabajadora de IKEA, creemos que los consumidores también tienen derecho a saber cómo se han elaborado sus productos".