400.000 trabajadores se reunieron en 192 diferentes lugares de Francia el 12 de septiembre en oposición a las nuevas reformas laborales propuestas por el presidente francés Emmanuel Macron, y para los próximos días, la CGT convocó a 4.000 huelgas en todo el país. La multitud de 60.000 personas que se reunieron en París envió un mensaje contundente al Gobierno, mientras la policía respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua.
El Gobierno de Macron defiende las reformas diciendo que se necesita una mayor flexibilidad en el mercado de trabajo para atraer la inversión extranjera y reducir el desempleo. La semana pasada criticó a los opositores a la reforma fainéante y muchos trabajadores que protestaron la semana pasada llevaron carteles irónicos leyendo "Je suis fainéante”.
El Secretario General de la CGT, Philippe Martínez, ha calificado las reformas laborales de "graves regresiones sociales" que "otorgan plenos poderes a los empleadores".
CGT y otros sindicatos franceses se organizarán sin parar contra las reformas en las próximas semanas, ya que el Parlamento francés está buscando adoptar las reformas este mes.