La ICM expresó su grave preocupación por el uso creciente de la violencia policial, incluido el tiroteo de un activista en la mañana del 11 de noviembre. El incidente sigue a un fin de semana de violencia en el que la policía utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua para disolver manifestaciones en carreteras bloqueadas y centros comerciales en Hong Kong.
"Estamos horrorizados por lo que parece ser una actitud cada vez más hostil por parte de la policía de Hong Kong", dijo el Secretario General de la ICM, Ambet Yuson. "Los derechos a la libertad de asociación y expresión son derechos fundamentales y las personas no deben ser puestas en peligro por ejercer esos derechos. Nuestra solidaridad es con el pueblo de Hong Kong".
"La ICM, en conjunto con todo el movimiento sindical internacional, hace un llamado al Gobierno de Hong Kong para que realice de inmediato una investigación independiente sobre las brutalidades policiales contra los manifestantes, incluido el acoso sexual y la violación en grupo. Se debe hacer justicia contra quienes han perpetuado estas formas de violencia", agregó Yuson.
El incidente de esa mañana ocurrió después de que activistas bloquearon las carreteras y un oficial los persiguió antes de sacar una pistola y disparar a un individuo en el abdomen, a corta distancia. Inmediatamente después de que el oficial fue confrontado por otros activistas, desplegó gas pimienta en defensa propia. Pocas horas después, la policía utilizó gases lacrimógenos para despejar el área.
Las protestas en Hong Kong han entrado en sus 24 semanas consecutivas, inicialmente provocadas por una ley de extradición propuesta, considerada poro muchos como pro-Beijing, rompiendo el histórico acuerdo de "un país, dos sistemas".
Si bien el Gobierno de Hong Kong ahora acordó abandonar la legislación por completo, el movimiento tiene cuatro demandas restantes: la revocatoria de la declaración que sentencia como disturbio a la marcha del 12 de junio (sentencia que conllevaría una fuerte pena de prisión), la liberación y exoneración de los manifestantes, el establecimiento de una Comisión de Investigación Independiente sobre la conducta policial, la renuncia de Carrie Lam y la implementación del sufragio universal.
"La demanda actual de reformas democráticas es legítima y crítica para garantizar que se respeten los derechos civiles y políticos de los ciudadanos de Hong Kong", continuó Yuson. "Ahora es el momento de que el gobierno de Hong Kong presente propuestas serias sobre cómo reconstruir el contrato social y crear un mejor ambiente para que florezca la paz".