La terrible experiencia de los trabajadores migrantes indios del estado de Tamil Nadu llegó a su fin cuando el primer grupo de seis trabajadores migrantes llegó a su estado de origen, el pasado 2 de febrero de 2020 después de un viaje de 35 horas en tren desde Nueva Delhi, la capital de la India. Habían venido a Nueva Delhi desde Serbia. Otro grupo de cinco trabajadores regresó a su país el 5 de febrero.
Estos trabajadores fueron empleados por la empresa estadounidense Idea Capital LLC y su filial serbia, GP Nikolić, Kraljevo en Surcin (Silosi), Belgrado en Serbia. La Compañía empleó a más de 150 trabajadores de toda la India en la construcción del Corredor 11, una sección del proyecto de construcción de carreteras Surčin-Obrenovac.
El Corredor 11 es un importante proyecto de construcción y es parte de la iniciativa masiva de la Nueva Ruta de la Seda del gobierno chino. Se financia en un 85 por ciento con un préstamo del Banco de Exportación e Importación de China. El otro 15 por ciento proviene del Gobierno de Serbia. El contratista general es China Communications Construction Company Ltd.
La mayoría de los trabajadores migrantes del estado de Tamil Nadu viajaron a Serbia en mayo de 2019 para escapar del empleo irregular y las malas condiciones en su estado de origen. Al aterrizar en Serbia, la realidad era diferente de sus expectativas. Desde el principio, tuvieron problemas con el pago de sus salarios y con las condiciones de trabajo. Sin embargo, continuaron con la esperanza de que el trabajo se normalizaría a medida que el proyecto progresara.
No obstante, cuando los retrasos salariales y las malas condiciones de trabajo y de vida continuaron y se volvieron demasiado difíciles de manejar, los trabajadores migrantes, a pesar de las amenazas de despido de la Compañía, se acercaron a la organización afiliada a la ICM en Serbia, el Sindicato Serbio de Trabajadores de Carretera y a la organización asociada de la ICM, la ONG ASTRA Anti-Tráfico, para pedir apoyo y asistencia. Las dos organizaciones trabajaron incansablemente, junto con otros dos afiliados indios de la ICM: el TKTMS y el INBCW. Estos esfuerzos finalmente dieron resultados: regresar a su tierra natal.
La Compañía proporcionó boletos de regreso a Nueva Delhi y 70 euros a cada trabajador. Desde Nueva Delhi hasta su país de origen, un viaje de más de 2500 kilómetros. El sindicato TKTMS asumió la responsabilidad de organizar su viaje. Con respecto a los salarios pendientes (que van desde los 1400 hasta los 1600 euros), los trabajadores dieron poder a un abogado para presentar un caso legal contra la empresa en Serbia.
Al llegar al estado de Tamil Nadu, los trabajadores migrantes contaron su historia. Además de luchar contra las condiciones climáticas extremas, también mencionaron que no les pagaron sus salarios durante más de dos meses y que sus pasaportes fueron confiscados por la empresa. Cuando los trabajadores se quejaron, la empresa recurrió a tácticas de presión tales como eliminar el suministro de agua a los trabajadores, lo que les impidió atender sus necesidades básicas de beber, bañarse y usar el baño.
Los trabajadores se declararon en huelga y dejaron de trabajar formalmente desde el 8 de enero de 2020 y también presentaron una queja a la policía. Después de la intervención de la policía, la compañía devolvió los pasaportes que estaban bajo su custodia a los trabajadores. Sin embargo, no se hizo nada con respecto a sus salarios no pasados.
El primer grupo de trabajadores relató sus experiencias en una conferencia de prensa el pasado 4 de febrero en el distrito Madurai del estado de Tamil Nadu. Esta actividad fue organizada por la dirección de TKTMS. Ponkumar, Presidente de TKTMS, expresó su gratitud por la solidaridad transfronteriza mostrada y ofrecida a sus compratriotas.
Declaró: "En nombre de TKTMS y también de las familias de los trabajadores migrantes, agradecemos a la ICM, al Sindicato Serbio de Trabajadores de Carretera y a ASTRA por sus esfuerzos colectivos por garantizar el retorno seguro de los trabajadores tamiles y por aceptar manejar la batalla legal en Serbia por los salarios no pagados".