"Estamos en estrecha comunicación con los trabajadores en muchas fábricas. Si bien temen por su salud y seguridad, también dicen que si no trabajan, no recibirán ingresos", dijo Azlan bin Yaacob, Secretario General del Sindicato de Empleados de la Madera de la Península de Malasia. "En este momento, sienten que están obligados a elegir entre COVID-19 o el hambre".
Yaacob dijo que la posible propagación del virus entre los trabajadores y sus viviendas es motivo de gran preocupación.
"Queremos ver de inmediato las pruebas obligatorias y periódicas de todos los trabajadores que trabajan en las fábricas y aquellos exentos de la MCO para garantizar su salud y seguridad, de modo que la industria no se convierta en un impulsador del virus".