El Sindicato Turco de Trabajadores de Carretera, Construcción e Infraestructura (YOL-IS), respondiendo a los informes nacionales que destacan que muchos trabajadores del sector salud no pueden irse a sus hogares para descansar por temor a que puedan infectar a sus familias con el COVID-19, ha convertido sus hoteles, casas de huéspedes y otros servicios sociales e instalaciones en varias ciudades disponibles para que estos trabajadores puedan hospedarse.
El sindicato también ha tomado medidas para exigir a los empleadores que implementen esfuerzos de protección para los trabajadores que todavía están en el trabajo, como el estricto distanciamiento social en comedores, vestuarios e instalaciones de alojamiento, con el fin de mitigar el riesgo de propagar la enfermedad.
(Foto: Umit Bektas/Reuters)
YOL-IS también ha exigido la reducción de las jornadas de trabajo y vacaciones pagadas para los trabajadores que son particularmente vulnerables a problemas de salud graves si contraen el virus.
Además, el sindicato ha exigido duplicar el número de vehículos de transporte utilizados por los trabajadores, con el fin de cumplir con los protocolos de distanciamiento social.
El sindicato ha informado que, si bien Turquía aún no se encuentra bajo cuarentena total, el gobierno ha impuesto un toque de queda parcial para los ciudadanos menores de 20 años y mayores de 65, como parte de las medidas impuestas para frenar la propagación del virus en el país.