Trabajadores panameños continúan protestas en medio de profundización de crisis económica
La crisis fue el resultado de una creciente tasa de inflación que en mayo pasado ya estaba en 4,2 por ciento. El desempleo también se está acercando al 10 por ciento, junto con un aumento del 50 por ciento en los costos de combustible.
Las manifestaciones comenzaron a fines de junio en las principales ciudades del país y rápidamente evolucionaron a huelgas y cierres de carreteras, luego de que el gobierno se negara a sentarse a dialogar con los líderes manifestantes.
Representantes de pueblos indígenas, campesinos, miembros de la comunidad, maestros, trabajadores y trabajadoras, incluida la clase obrera liderada por el SUNTRACS-Panamá, afiliado a la ICM, exigen políticas fuertes y rápidas para abordar la crisis económica. El grupo nacional de manifestantes se encuentran presionando por un diálogo social con el gobierno.
El Secretario General del SUNTRACS, Saúl Méndez se refirió irónicamente a las desiguales relaciones sociales que existen en el país.
"Panamá es el país más rico de América Central y el Caribe, pero tiene la peor y más desigual distribución de la riqueza", afimó Méndez, quien también es el Presidente del Comité Regional de la ICM para América Latina y el Caribe.
Incluso cuando el Presidente Laurentino Cortizo anunció recientemente medidas para reducir los costos de combustible y poner un límite al precio de los alimentos básicos, muchos trabajadores y trabajadoras panameños sienten que esas medidas no alcanzan lo que realmente necesita la población. El grupo de manifestantes culpan a la implementación de políticas económicas neoliberales por parte del gobierno.
"Continuaremos con nuestras protestas callejeras hasta que nuestros problemas se resuelvan por completo y se satisfagan las necesidades de los trabajadores, trabajadoras y sus familias", aseguró Méndez.