YouthSpeak: La solidaridad es la clave para las luchas laborales presentes y futuras
No exactamente.
Yolanda Dwi Martika, una trabajadora de 20 años en el proyecto de construcción PLTU Sumsel 1, dice que es todo lo contrario. "Cuando un proyecto de infraestructura es considerado como de interés estratégico nacional, cualquiera supondría que se prioriza el bienestar de sus trabajadores. Lamentablemente, nuestra situación es todo lo opuesto", dijo.
Yolanda, que comenzó a trabajar en septiembre de 2019, se afilió a un sindicato en su lugar de trabajo, tres meses después de ser contratada. Dijo que su experiencia al unirse al sindicato le brindó nuevas perspectivas que, según dijo, no le fueron enseñadas en la escuela. Dijo que cuando todavía estaba en la escuela, tenía una imagen muy optimista del mundo laboral. Llego a pensar que todo lo que necesita hacer es trabajar duro para recibir un pago y prosperar en la vida. "Desafortunadamente, todo es diferente una vez que ingresa al mundo laboral. Definitivamente, este no es el mundo ideal que imaginé", se lamentó.
Narró cómo fue testigo de numerosas violaciones a la ley laboral en el proyecto PLTU Sumsel 1. Dijo que los salarios estaban por debajo del mínimo, las horas extraordinarias no son pagadas, no había instalaciones salubres, el equipo de protección personal era deficiente, los trabajadores deben laborar largas horas de trabajo y que el sitio del proyecto tiene un alto riesgo de accidentes laborales.
Incluso Yolanda mencionó que ella misma debe trabajar muchas horas, comenzando desde las 7:30 de la mañana y regresando a casa a las 6:00 de la tarde. Esto amenaza su seguridad no solo en el lugar de trabajo, sino también debido a los largos viajes que hace todos los días desde su lugar de trabajo hasta su casa, pasando por plantaciones de caucho y petróleo con poca iluminación. "Todos los días me preocupo por mi propia seguridad", aseguró.
Yolanda también se quejó de la discriminación de género que sufren las trabajadoras en el proyecto. "En un lugar de trabajo dominado por hombres, las trabajadoras a menudo son discriminadas", dijo.
En medio de la pandemia COVID-19, los trabajadores en este proyecto de construcción de PLTU fueron tratados "de manera inhumana", pues la empresa dejó de trabajar y, por tanto, también dejó de pagar a sus trabajadores. Cuando los trabajadores se quejaron ante la oficina de Muara Enim Manpower, Yolanda dijo que las respuestas a sus quejas fueron lentas.
A través de la campaña de la ICM por trabajos decentes, la cual coincide con la celebración del Día Internacional de la Juventud este año, Yolanda espera que su gobierno responda adecuadamente a sus problemas, maneje la pandemia de manera profesional y dé prioridad a mejorar la economía. "Como joven sindicalista, apoyo la lucha de la ICM por promover los derechos de los trabajadores jóvenes como yo, quienes a diario debemos enfrentar muchos problemas en el lugar de trabajo. La solidaridad es la clave de nuestras luchas presentes y futuras. Debemos mantener nuestros sindicatos fuertes para seguir empoderando a los trabajadores jóvenes", concluyó Yolanda.