Argumentando la crisis financiera, competencia desleal, falta de materia prima y depresión del mercado nacional e internacional, la empresa Pizano SA, inició de manera unilateral un proceso de liquidación que hasta la fecha mantiene en el limbo a sus 600 trabajadores entre directos, subcontratados, temporales y parte de la gerencia.
PIZANO SA es una empresa con tradición de 80 años en la fabricación y suministro de muebles de madera para la industria, el hogar y el comercio de Colombia, con sede en la ciudad de Barranquilla en el atlántico colombiano desde donde exporta, comercializa y distribuye su producción.
Desde principios de año, Pizano SA inició prácticas de pagos de salarios a destiempo, cálculos desfavorables de cesantías y liquidaciones no acordes a la ley. Fue el 15 de febrero que la empresa anunció tener en marcha el proceso de liquidación que ahora mantiene en zozobra a sus trabajadores. Mientras el Sindicato de Trabajadores de Pizano SA, SINTRAPIZANO, organización afiliada de la ICM, ha demandado explicaciones a la gerencia sin obtener detalles.
La organización sindical ha recurrido a expresiones de inconformidad y movilizaciones frente a la planta exigiendo arreglos justos. Según la dirigencia sindical, los detalles no son suficientes y se sospecha del interés de la empresa en preparar un proceso de liquidación para dar paso a una nueva empresa sin organización sindical y sin negociación colectiva lo cual es un atraso en términos de conquistas de los trabajadores. Así lo señaló Palmides Escorcia Pérez, presidente de SINTRAPIZANO en conversación telefónica en la que denuncia que la empresa está prohibiendo el acceso de los trabajadores a las instalaciones.
La situación se encuentra en pleno desarrollo mientras desde la Intergremial de Trabajadores de la Construcción y la Madera de Colombia y la ICM se evalúan acciones de solidaridad y acompañamiento para el mejor arreglo posible que garantice respeto a los derechos de los trabajadores.