Mujeres árabes entre las más vulnerables por el COVID-19

14 May 2020 06:32










(Foto: Jaber Abdulkhaleg / Agencia Anadolu)

COVID-19 no conoce raza, género y edad. Sin embargo, el impacto de la pandemia es mucho mayor en las mujeres trabajadoras que en los hombres en la región árabe. 

Según el Informe de Política para el mes de abril de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental (CESPAO), las mujeres se encuentran entre las más vulnerables a la pandemia. Además del estrés económico, inseguridad alimentaria real y percibida y los temores de exposición a la enfermedad, hay un aumento en los casos de violencia doméstica. Las cuarentenas en la región árabe no solo han tenido el efecto de aumentar la violencia doméstica contra las mujeres, sino que también les han hecho más difícil buscar y recibir asistencia. 

El informe también dice que las trabajadoras están expuestas a más riesgos para la salud, ya que una gran mayoría de enfermeras, parteras y personal de apoyo en los centros médicos son mujeres. Las mujeres también asumen el papel de proveedoras y cuidadoras informales de atención médica en sus hogares, lo que aumenta su agotamiento emocional y físico.

Se espera que este año se pierdan hasta 1.7 millones de empleos en la región árabe debido al COVID-19. Casi 700,000 de esos puestos están siendo ocupados en la actualidad por mujeres. Este sería, de hecho, el doble del porcentaje de pérdida de empleos que perderían los hombres, ya que las trabajadoras representan solo el 20 por ciento de la fuerza laboral de la región. Esto también sería cierto para el trabajo en el sector informal, donde el 62 por ciento de las mujeres laboran.  

Mientras tanto, el acceso al agua, instalaciones de saneamiento e higiene y la atención médica continuarán siendo un desafío importante, especialmente durante la crisis de salud, para las mujeres y niñas refugiadas y desplazadas internamente, así como para las trabajadoras migrantes. 

Los derechos y la igualdad de las mujeres siempre han sido fundamentales para la ICM. Su trabajo en esta área ha incluido campañas y otras acciones contra la discriminación y la violencia contra las mujeres. La ICM ha adoptado una política del 30 por ciento de participación de mujeres en todas sus estructuras. Las mujeres trabajadoras han desempeñado papeles importantes en las estructuras y actividades de las afiliadas de la ICM en Túnez, Marruecos, Egipto, Palestina, Líbano y Jordania. 

Con este mismo espíritu de empoderamiento, la ICM apoya a las mujeres trabajadoras afectadas por el COVID-19. Los sindicatos en la región árabe deben trabajar juntos para garantizar la salud y la seguridad de las mujeres, proteger sus trabajos e ingresos, reconocer plenamente su trabajo productivo y contribuir a la creación de una "nueva normalidad" donde el acoso, la discriminación y la violencia por motivos de género sean asuntos del pasado.